Desde el inicio de la pandemia de coronavirus, el Gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, adoptó una postura rígida en búsqueda de prevenir la propagación del virus en la provincia.
Los bloqueos en las fronteras, impidiendo el acceso desde otras jurisdicciones limítrofes, se mantuvieron por unos 8 meses, y si bien en los últimos días se logró la aprobación de protocolos para permitir el paso, para algunos productores ya fue demasiado tarde.
Así le ocurrió a Marcelo Aguado, ganadero mendocino dueño de 3000 hectáreas en La Toma, donde administra una explotación de unos 600 animales. Tal como contó el Diario La Nación, Aguado logró regresar al campo luego de 8 meses y si bien un vecino cuida el lugar, lo cierto es que no hay gente viviendo allí. Ante este inevitable abandono, Aguado se encontró con lo peor: Al menos 25 animales habían muerto por hambre y otros casi 40 están desaparecidos.
No es la primera vez que una situación similar es noticia en San Luis. Los efectos de los intensos bloqueos mantenidos por la provincia son evidentes. Hoy la situación es mas flexible, los productores que ingresan a la provincia no tienen que cumplir con una cuarenta obligatoria y en cambio se les exige un hisopado negativo.
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