Este lunes la Legislatura de Mendoza derogó la ley 9.209, que reemplazaba a la 7.722 y permitía la utilización de cianuro y otras sustancias químicas en la actividad minera. El miedo por la sanidad y calidad del agua despertó rápidamente la polémica y miles de personas se movilizaron en contra en distintos puntos de la ciudad.
Ante la negativa popular, el gobernador Rodolfo Suárez -quien había impulsado la reforma-, dijo que su deber era garantizar la paz social y que hasta que no haya un consenso masivo que incluya a todos los sectores sociales la modificación no regiría. Asimismo convocó a una sesión especial para tratar la normativa y terminar al menos por un tiempo con el debate.
Finalmente, en horas de la mañana el Senado de la provincia aprobó la derogación de la nueva ley de minería con un total de 34 votos a favor y 2 en contra y ahora la decisión final la tendrá la Cámara de Diputados.