Faltan horas para terminar el 2020. Sin embargo, el fin de año está lejos de ser transitado en paz para el campo luego de que ayer el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación anunciara la suspensión de las exportaciones de maíz hasta el próximo 1 de marzo.
Conocida la noticia, productores autoconvocados llamaron a la celebración de asambleas y desde la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) se declararon en “estado de alerta y movilización”.
Ante este escenario, Tranquera se comunicó con el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, su par de la Federación Agraria Argentina (FAA), Carlos Achetoni, y el titular de la Asociación Maíz y Sorgo Argentino (Maizar), Alberto Morelli, para conocer sus opiniones sobre la decisión gubernamental.
Pelegrina: “Es tropezar con la misma piedra”
El presidente de la Sociedad Rural consideró que “volver a intentar algo que ya se demostró que no funcionó, es volver a tropezar con la misma piedra. Muestra, verdaderamente, poca capacidad”.
Pelegrina evaluó que el Gobierno toma esta determinación basado en “una falsa idea o ilusión” de que así podrá controlar la inflación en los alimentos. “Eso es imposible porque el aumento de precios no viene por el lado del componente básico que producimos nosotros. Sino que debe entenderse en el contexto de una dinámica de la economía que está descontrolada. Intentar contener a los precios internos mediante este mecanismo lo que va a lograr es desincentivar y achicar la producción de cara al futuro, por lo que los precios serán más altos. Es un fracaso que no se entienda que esto ya sucedió y se repita la misma historia”.
En ese sentido, recordó que cuando durante el mandato de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner se pusieron restricciones al trigo, llegó “a valer mucho más” que el precio internacional. “Pero por el capricho de sostener sus medidas, prefirieron que el consumidor local pagara precios exorbitantes. Lo mismo pasó con el maíz, la carne, la leche y todos los productos que tienen sensibilidad en la canasta”, agregó.
Resaltó además que cuando, en cambio, se liberaron las trabas a la exportación de maíz y se bajaron las retenciones, la Argentina pasó de producir menos de 25 millones a 50 millones de toneladas de ese cultivo. “Se incluyeron nuevamente 2,6 millones de hectáreas, lo que trajo un beneficio espectacular, junto con un crecimiento similar del trigo, a las rotaciones que son tan necesarias para darle perdurabilidad y sustentabilidad a nuestra agricultura”, analizó en referencia a las medidas que tomó el ex presidente Mauricio Macri.
Por otra parte, evaluó que la decisión del Gobierno genera una “enorme transferencia de recursos de los productores a otros eslabones de la cadena que aprovechan a cazar en el zoológico y hacerse una diferencia. Porque, al cerrarse la exportación, en vez de haber 4 millones de toneladas para la oferta interna, ahora habrá 8 millones. Y eso va a deprimir el precio, lo que significa una transferencia de recursos de los agricultores a los que producen pollos, huevos, carne de cerdo o tienen un feedlot”.
Pelegrina dijo que nadie les consultó antes del anuncio. Pero que desde La Rural “lo olfateaban desde cuando se sentó al Consejo Agroindustrial a la mesa de diálogo, y se le impuso que no se podían subir los precios ni caer la recaudación”. Esa intuición, sostuvo, fue reforzada “cuando la vicepresidenta (Cristina) Kirchner, rememorando sus andanzas, anunció que debían articularse medidas para evitar la suba de carnes, trigo, etc. Y la única receta que conocen es esta, la intervención a la (Guillermo) Moreno”.
Respecto a la posibilidad de iniciar protestas, comentó: “Primero tenemos que hacer consultas, incluyendo a toda nuestra gente del interior, y a partir de ahí decidiremos junto con la Comisión de Enlace cómo manifestar el descontento enorme que provoca esta situación en el marco de una política agropecuaria que rechazamos”.
Achetoni: “Significa un desaliento a la inversión”
El líder de la Federación Agraria argumentó que la medida “es un contrasentido”, cuando hace un par de días “pedían por todos los medios” que se aceleren las exportaciones y la liquidación de divisas. “El que ha llegado prácticamente al año con reservas de maíz, no las va a vender tampoco en estos dos meses que justamente se prevé una baja del precio producto del cierre de exportaciones. La verdad que no se le encuentra el sentido, más allá de que la justifican en preservar el alimento para la conversión de carne. Pero no va a tener el impacto buscado”.
Asimismo, explicó que significa “un desaliento total a cualquier tipo de inversión que se quiera hacer en el campo”. Al respecto, cuestionó que “cada vez que toman una resolución de este tipo, regresiva y que afecta a la inversión de los productores, la anuncian cuando ya se hizo la siembra y se está esperando la cosecha. Es un muy mal indicio que le está dando el Gobierno al sector”.
El dirigente explicó que la acción gremial “quedará librada” a lo que decidan las bases. “Si consideran que debe adoptarse una protesta o manifestación de malestar, así se hará”.
Morelli: “Es una medida intempestiva que intentaremos revertirla”
A su turno, el presidente de Maizar manifestó su sorpresa y rechazo a la decisión del Ejecutivo nacional. Además coincidió en que desalentará a la inversión y que tampoco ayudará a que los agricultores vendan su producción. “Es una medida intempestiva con la que no estamos de acuerdo. Vamos a trabajar para revertirla. Creo que el Gobierno debería rever políticas como los precios congelados y el dólar atrasado. Nunca hay un solo factor, sino que son múltiples. Pero lo más fácil es cerrar el mercado en vez de trabajar en los otros factores, que son más complejos”.
Si bien rescató que no se haya incluido al maíz pisingallo en las restricciones, ya que la mayor parte de su volumen se comercializa en los mercados internacionales, Morelli explicó que prácticamente toda la producción maicera quedará afectada por esta disposición.
El dirigente expresó a Tranquera que el cierre de las exportaciones provoca un efecto contrario al deseado, en línea con un comunicado que Maizar difundió ayer. “Medidas similares en el pasado dieron como resultado una brutal caída del área sembrada del cultivo, perjudicando no solo a la producción, sino a toda la cadena de valor. Tenemos que volver a pensar en el largo plazo, y para eso debemos tener un horizonte claro, donde podamos conocer las reglas de juego y a su vez terminar con las falsas antinomias entre abastecer el mercado interno o exportar”, se indicó desde la institución.
Aunque a Maizar no le corresponde adoptar medidas de fuerza, ya que es una entidad que representa a la cadena sin fines gremiales, Morelli resaltó que seguirán expresando su oposición a la medida buscando canales de diálogo con el oficialismo.
