jueves, marzo 28, 2024
HomeAgriculturaUn informe revela la baja incidencia de los granos en el precio...

Un informe revela la baja incidencia de los granos en el precio de los alimentos

El trabajo fue realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires tomando como referencia al trigo y al maíz. El Gerente de Estudios Económicos de la entidad, Agustín Tejeda, habló con Tranquera sobre las conclusiones a las que arribaron

A raíz de la importante suba en los precios de los commodities agrícolas, principalmente desde septiembre a la fecha, se desató en Argentina, nuevamente, un debate sobre la incidencia de este factor en el valor de los alimentos y cuáles son en este contexto las mejores políticas para evitar un crecimiento de la inflación.

Para echar un poco de luz sobre el tema, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) realizó un trabajo, llamado “Del campo a la góndola”,  sobre el impacto de los incrementos del maíz y el trigo en diferentes alimentos básicos.

En base a datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) y los coeficientes de consumo analizados en trabajos del Ministerio de Agricultura de la Nación, el estudio señala que el maíz representa un 21% del valor del pollo entero incluido en precios cuidados, 13% de los huevos, 12% del pollo trozado, 10% del pechito de cerdo, 8% de la leche y 7% del asado.  En tanto, la incidencia del trigo en el pan es de un 13%.

Así, en estos productos analizado, más del 80% del precio al consumidor no depende de los granos, sino que se explica por otros costos, como salarios, energía, alquileres, utilidades, impuestos, fletes y gastos de distribución.

Esto significa que, por cada baja del 1% en el precio doméstico del maíz, se generaría una reducción potencial del 0,21% en el pollo entero, 0,13% en los huevos, 0,12% en el pollo trozado, 0,10% en el pechito de cerdo, 0,08% en la leche y 0,07% en el asado. Mientras que cada punto de caída en el valor del trigo, provocaría una merma del 0,13% en el pan.

“los granos no son responsables de la inflación en los alimentos”

“La conclusión más importante es que los granos no son responsables de la inflación en los alimentos, sino que tienen una incidencia más bien baja. Entonces, políticas destinadas a evitar un incremento en el precio de los granos, aplicando restricciones y derechos sobre las exportaciones, no van a tener una incidencia significativa sobre el bienestar del consumidor, vía precios más bajos, y sí van a tener una influencia muy negativa para los agricultores con la afectación de los incentivos a producir. Porque si reciben precios más bajos, deciden sembrar menos y reducen la inversión en tecnología. Eso, a mediano plazo, tiene como consecuencia una menor oferta y precios más altos para los consumidores, con resultados contrarios a los esperados. En definitiva, son medidas que reducen el bienestar general de la población”, explicó el Gerente de Estudios Económicos de la BCBA, Agustín Tejeda, en diálogo con Tranquera

Como muestra de esto, en el informe se recuerdan los efectos negativos que se produjeron en el mercado triguero, durante el mandato de la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, cuando se adoptaron medidas para limitar las ventas al exterior.

“En un momento teníamos el trigo más barato del mundo. Porque al imponerse  restricciones a las exportaciones, llegó a valer en el mercado doméstico la mitad que en el internacional. Pero en las campañas siguientes nos quedamos sin trigo y pasó a costar el doble que en otros países”, ejemplificó Tejeda.

Insignificante impacto en la inflación

En el análisis de la Bolsa de Cereales también se desmenuza la poca ponderación que tienen los granos en la inflación general.

A pesar de que el trigo y el maíz subieron un 80% y 91% en pesos,  respectivamente, durante el año pasado producto de la devaluación del tipo de cambio y el repunte en el mercado mundial, este incremento explicó solo un 0,48% de la variación del IPC de la Ciudad de Buenos Aires, que mostró un incremento del 30,5% interanual en diciembre del 2020. “De esta manera, a través de los productos analizados, la suba de los precios de los granos representó solo el 1,57% de la inflación del año pasado. El restante 98,43% se debió a factores distintos al comportamiento del trigo y el maíz”, se remarca en la investigación.

En el estudio también se refleja cómo en el caso de los productos incluidos en el programa de los precios máximos, o cuidados, la influencia de los insumos crece significativamente, pero no afectando al consumidor, sino al oferente que no puede trasladar el incremento de los costos en el bien final. “Ese es otro de los problemas que surgen hoy. En el gráfico se ve que en el pollo entero, que es el único caso de los analizados que se encuentra en precios cuidados, la incidencia del maíz es de un 20%. En cambio, en el trozado baja al 12% porque no se encuentra dentro de ese esquema”, añadió Tejeda.

Para finalizar, el economista evaluó: “Una política para combatir la inflación tendría que estar elaborada con otras herramientas que no sean las restricciones a las exportaciones y, en cambio, debería relacionarse más con los aspectos cambiarios, fiscales y monetarios. Por el lado de la mitigación de sus efectos sobre la población vulnerable, la iniciativa más eficiente y equitativa es ir por un subsidio a las personas que se encuentran bajo la línea de pobreza, sin afectar el precio al consumidor. La tecnología hoy permite avanzar en esa línea y hay experiencias internacionales que también pueden implementarse”.

Participá con tu comentario

spot_img
spot_img

MÁS POPULARES

spot_img