Las lluvias de los últimos días trajeron cierto alivio al sector agropecuario, que venía necesitando de precipitaciones para apaciguar el deterioro en los lotes de soja de primera y maíz temprano, fundamentalmente.
En diálogo con La Nación, Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, comentó: “Se registraron precipitaciones en casi toda el área agrícola, con volúmenes abundantes en algunos casos, lo cual es muy importante a esta altura de la campaña”.
De esta manera, las lluvias cambian y mejoran el panorama para todo lo que es la siembra tardía de maíz y para la soja de segunda. Incluso en la provincia de Buenos Aires fue esencial para los sectores que necesitaban recargar los perfiles.
“La situación por ahora no permite prever grandes chances de recuperación sobre lo que está perdido, pero sí por lo menos frenan el deterioro, sobre todo en Santa Fe y el este de Córdoba, donde hay mucha siembra temprana, aunque la soja de primera ya está en etapa crítica y el maíz temprano también”, agregó el especialista.
Así como las lluvias trajeron alivio para algunos, el granizo perjudicó a otros. El fin de semana, una tormenta con fuertes vientos y caída de granizo provocó destrozos en zonas rurales de Laborde y Escalante, Córdoba.