Generalmente, el campo no entiende de puntos medios. Cuando no hay una extrema sequía, abundan las precipitaciones. La realidad que están viviendo muchos campos de la provincia de Buenos Aires es sumamente crítica, que a raíz de las intensas lluvias de los últimos días, los campos están inundados.
Son más de 300.000 las hectáreas que están comprometidas, fudamentalmente en las zonas de Pila y Dolores, en la Cuenca del río Salado. Pero el alerta en el sector agropecuario también se da porque es un momento en el que las pariciones de las vacas están en alza.
El peligro es que muchos terneros recién nacidos están muriendo dada la situación que están atravesando los campos bonaerenses.
Según distintos informes, en los últimos días “se acumularon entre 200 y 250 milímetros”. Por el momento, lo que se espera es que las lluvias no sigan afectando y volviendo esta situación aún más crítica.
