En un curioso mano a mano, Rosendo, hijo de Gustavo Grobocopatel, debatió con la legisladora porteña Ofelia Fernández.
El intercambio fue publicado en el canal de YouTube del joven quien expresó que “cualquier persona que no puede sentarse a charlar con otra que piensa distinto es alguien que NO podemos tener en una mesa de decisiones”.
El contraste de pensamientos hizo de este encuentro toda una atracción ya que, por supuesto, no faltaron los cruces defendiendo una y otra postura.
Eso ocurrió cuando se tocó el tema de los fertilizantes. Ofelia habló del concepto de “agrotóxicos” y Rosendó la cortó: “No existe el término agrotóxico, sabías. No es una definición formal, no existe, es agroquímico. Es como si yo diga dipuvaga, en vez de diputada”. La legisladora se defendió: “Es como una manera de decirlo. Un statement”.
Vale aclarar que el padre de Rosendo es uno de los mayores productores del país y Ofelia Fernández es una legisladora del Frente de Todos quien se ha expresado en varias oportunidades a favor de políticas redistributivas con retenciones al agro.
En ese marco, discutieron sobre los empresarios y el ámbito privado, de los que Fernández no dudo en señalar que “lo único que quieren es ganar plata” y hasta profundizaron sobre el sistema capitalista.
¿El capitalismo te parece algo malo?, cuestionó el joven. Y la exestudiante del Carlos Pellegrini explicó: “No necesariamente, no me interpela eso, soy más pragmática. Creo que al desigualdad es el gran problema de nuestra época. Hay modelos alternativos que existen pero sin recursos que manifiestan que está la posibilidad de otra cosa, como por ejemplo la economía social”.
“El impuesto a las grandes fortunas no debería ser extraordinario sino que deberíamos avanzar en una reforma tributaria progresiva, en la que se equilibre un poco la cosa”, agregó.
Fue un ida y vuelta de una hora y media entre dos jovenes con miradas absolutamente contarpuestas pero que demuestran que el diálogo todavía es una herramienta útil en la vida democrática. Rosendo invitó a Ofelia al campo y prometieron salir a bailar. Es por ahí.
