Luego de dos años en los que se evidenció una bajante histórica en los niveles de agua del Río Paraná, el mismo parece ahora empezar a recorrer un camino que lo devuelva a la normalidad.
Según datos del Instituto Nacional del Agua la situación es mucho mejor a la que se registraba 12 meses atrás y el caudal de agua ya se asemeja a los valores adecuados.
No obstante, los expertos señalan que si bien la altura actual frente a la ciudad de Rosario es de 2,16 metros y de 34 pies de calado, no se descarta una nueva bajante en el futuro aunque no alcanzaría a ser tan dramática como la anterior.
Además, el fenómeno dejó a su paso consecuencias muy negativas para el recurso íctico con peces que se encuentran en un mal estado sanitario y una merma significativa en la reproducción.
La buena noticia es que se normalizó la carga de los barcos en la hidrovía.