La mejor noticia de las últimas semanas fue, sin lugar a duda, la lluvia. Se liberó una de todas las variables que pisotean a los precios de la hacienda. Amplias zonas ganaderas del país recibieron las esperadas, y urgentes, precipitaciones. Seguramente parte de la primavera se perdió, pero las lluvias de noviembre cambian las expectativas mientras se espera que el agua se convierta en pasto.
La seca fue la única variable que logró bajar los precios de los terneros de invernada, hasta ahora ni los precios congelados del gordo, ni los márgenes en rojo de los corrales habían podido hacerlo. El refugio de valor y las expectativas hacia el futuro le ponían precio a un ternero que no tenía nada que ver con la realidad de los negocios. Pero sin agua no hay pasto, se achican los campos, y no hay expectativa ni refugio de valor posible que traccione los precios. En los primeros quince días de noviembre el ternero 160-180 kg. promedió en $ 396/kg., es decir, un 28% por encima de noviembre 2021. La infl ación en el mismo período se aproxima al 90%.
El ritmo de crecimiento interanual del precio del ternero alcanzó su máximo en marzo/abril 2021 (114%), luego lentamente fue perdiendo fuerza mientras que por el contrario la infl ación se fue fortifi cando. Por más que lo deseemos, no podemos vivir en fases eternas de precios crecientes, la historia dice que los precios de la ganadería se mueven a lo largo del tiempo entre fases ascendentes y descendentes, como la actual. El clima y el marco institucional, entre otros, son catalizadores en cada una de ellas. La seca despertó la ponderación sobre las variables económicas. Aun en las regiones con mejores condiciones forrajeras los precios de la invernada no logran despegar.
La fuerza que ejercen los recriadores pastoriles en esta parte del año aún no se hace presente, habrá que esperar la respuesta de los campos un tiempo más. Para los planteos de recría hay dos factores muy negativos: el riesgo climático en una primavera niña, y el elevadísimo costo fi nanciero. Por ejemplo, en una hectárea con una carga de tres terneros, con alquiler, pasturas y verdeos, incluyendo personal, sanidad, etc., estamos hundiendo algo así como $ 273 mil pesos, con un costo fi nanciero anual del 100%.
Saliendo del pasto, pasamos a la segunda alternativa, el corral. La variable número uno que explica los resultados económicos de los corrales es el precio de venta. El precio de un novillito en el Mercado Agroganadero de Cañuelas cayó más de un 5%, en términos corrientes, desde mayo. Debería ser el fi n de este análisis, pero sigamos.
El maíz en el mismo período aumentó un 26%, y si bien como describimos antes los terneros de reposición están en baja, los resultados económicos del corral no se subsanan achicando costos sino incrementando ingresos. De acuerdo con nuestros modelos, un corral que encierra ternero/a 50/50 de 170kg. para llevarlo al mercado con 320kg., con un precio +5% por encima de la referencia de Cañuelas, tiene hoy un margen bruto negativo de – $ 12 mil por cabeza. Si incorporamos el costo fi nanciero nos sentamos encima de los $ 30 mil/cabeza. No se salva tampoco la película, el que vende hoy el ternero que encerró hace cinco meses perdió plata, nunca levantó el precio de venta, nunca se imaginó vender a un precio inferior cinco meses adelante, en una economía infl acionaria al 100.
Mucha oferta, demanda debilitada
Tenemos una oferta que hoy aplasta en fuerza a la demanda interna y externa. La faena creció en los primeros diez meses del año un 3,5% respecto del mismo período 2021. La producción lo hizo en un 4,8% gracias a un peso promedio de faena que marca récords históricos. Los feedlots, que marcan el ritmo de la oferta en el corto plazo, registran según Senasa un total de 1.718.360 cabezas encerradas en noviembre, lo cual representa un incremento del 7,7% vs. noviembre 2021.
Los datos de la Cámara Argentina de Feedlot a principios de noviembre hablan de corrales en proceso de vaciamiento, 0,68 cabezas se reponen por cada una que sale a faena. Es un proceso normal en esta parte del año, pero este año partimos de una mayor cantidad de cabezas encerradas. El bache de oferta esperado para fi n de año será parcialmente diluido por una salida anticipada a faena. Muchas recrías concluyeron antes de tiempo por falta de pasto y pasaron antes de lo planifi cado a los corrales. Hacienda que se esperaba para febrero/marzo saldrá para fi n de año. Pero la oferta es fi nita, lo que se adelanta hoy no estar disponible en el primer trimestre 2023. Lo que hoy no se carga en los corrales, tampoco. La corrección esperada de precios de fi n de año pierde algo de fuerza y se difi ere para principios del 2023.
Una colaboración de AZ Group (www.az-gruop.com.ar)
