De acuerdo a un informe de la Federación Agraria Argentina (FAA), la sequía que afecta a la provincia está calificada como la peor de los últimos 60 años y esto está generando un efecto devastador en el campo, fundamentalmente en la producción agropecuaria, que sufre una importante mortandad de vacunos y liquidación de buena parte del stock ganadero.
Casi el 90% de los productores bovinos están sufriendo esta situación y por lo tanto debieron encerrar a la hacienda al no quedar nada de pastoreo y alimento. A su vez, se detectaron también abortos en las vacas por el estrés calórico.
En tanto, las lluvias recientes fueron de “bajos milimetrajes”, por lo que “no solucionaron nada” para las economías regionales que “pasan por momentos delicados”, explicó la FAA en un informe.
Según la Bolsa de Cereales entrerriana, el 2022 fue el año “más seco de los últimos sesenta” períodos, y el trienio 2020/21/22, se destaca como el más seco “jamás observado”.
Tanto es así que los registros pluviales en Entre Ríos se posicionaron entre los diez más bajos de los últimos 60 años. Mientras que las temperaturas llegaron a estar por encima de los valores normales. Todo esto generó enormes pérdidas.
