viernes, abril 19, 2024
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La NASA confirma que Argentina tiene balance positivo de carbono

Es uno de los pocos países del mundo en el que la ganadería no contamina el medio ambiente.

Según la NASA, Argentina es uno de los pocos países del mundo que la ganadería no contamina el medio ambiente. Las vacas digieren el carbono del pasto eliminando metano a la atmósfera.

Durante años se utilizaron enfoques tradicionales en la medición del dióxido de carbono basado en el recuento y la estimación de la cantidad de dióxido de carbono que se emite en todos los sectores de una economía, como el transporte y la agricultura. Estas mediciones permitían evaluar los avances en los esfuerzos de reducción de emisiones. Pero su elaboración deja de lado una parte más que importante de la historia: la incorporación del dióxido de carbono al suelo. Un enfoque descendente en el cual se considera a las diferentes actividades como parte de un ciclo permite diferenciar a las distintas producciones económicas generar inventarios. Es aquí que la ganadería argentina tiene todo por ganar.

Un estudio publicado en Earth System Science Data utilizó mediciones realizadas por la misión Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA. Ofrece una nueva perspectiva al hacer un seguimiento de las emisiones de combustibles fósiles y de los cambios totales en las “reservas” de carbono de los ecosistemas, incluidos árboles, arbustos y suelos. Los datos son especialmente útiles para seguir las fl uctuaciones de dióxido de carbono relacionadas con el cambio de la cubierta terrestre.

Aunque la misión OCO-2 no se diseñó específi camente para calcular las emisiones de los distintos países, los resultados de los más de cien países llegan en un momento oportuno. El metano que ellas emiten esta “hecho” en base al carbono del pasto que consumieron y su duración es de entre diez a doce años. El hallazgo es que Argentina es uno de los pocos países que aparece con balance positivo (color verde) debido a la captura de carbono en las “tierras de pastoreo” (bosques, arbustales, pastizales, etc.). Es aquí la importancia que se le brinda a la producción ganadera específicamente en la Argentina.

La ganadería argentina es parte del ecosistema natural y constituye una de las actividades que lleva al agro argentino a ser un actor esencial en la gestión de la fotosíntesis y la recuperación del dióxido de carbono de la atmósfera en el ciclo natural del carbono. El proceso se da a través del consumo de las vacas, que se alimentan mayoritariamente en el país de las pasturas y pastos naturales. Estos recursos forrajeros han tomado del aire el dióxido de carbono como parte del ecosistema natural a través de la fotosíntesis.

Las vacas digieren el carbono del pasto eliminando metano a la atmósfera. Pero el metano que ellas emiten esta “hecho” en base al carbono del pasto que consumieron y su duración es de entre diez a doce años en la atmósfera. Luego de ese tiempo el metano se transforma en agua y dióxido de carbono, que es absorbido naturalmente a través de la fotosíntesis por las pasturas y pastos naturales. Y es así cómo el ciclo se repite una y otra vez. Es naturaleza pura.

Argentina es uno de los países con mayor superfi cie de pastizales naturales que existen en el planeta tierra. Se encuentra dentro de los cinco países con más disponibilidad de este recurso. El color verde del mapa elaborado con datos de la NASA encaja perfectamente con los sistemas de producción de carne del país, ya que comparado con otras ganaderías más industriales e intensivas propias como las que tienen lugar en otros países del mundo, nuestras vacas pastan en prácticamente todo el territorio y sus sustentos alimenticios se caracterizan por una baja utilización de insumos, agroquímicos y fertilizantes químicos.

Por otra parte, la ganadería argentina es una de las pocas actividades que permite la trasformación de proteína vegetal no apta para el consumo humano en proteína animal de alto valor biológico, indicado para el consumo humano.

Si los sensores de la NASA se refi nan aún más, estos avances serán clave para verifi car qué países cumplen con los compromisos fi rmados en la COP 21 y posteriores. Un golazo para las vacas albicelestes.

¿Se puede seguir culpando a la ganadería como una de las causantes del calentamiento global y cambio climático? ¡No! Ya lo hemos explicado muchas veces desde el IPCVA con el aporte y el debate de la ciencia y lo seguiremos haciendo. Esta es una excelente noticia que brinda a la cadena de ganados y carnes una herramienta más para defender la idea de que la ganadería tiene un papel preponderante y fundamental en el ciclo natural de la naturaleza y su regeneración ¡La carne no es la culpable sino la solución para cuidar el planeta en que habitamos!

(*) Departamento de Promoción Interna del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina

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