De acuerdo a la información publicada por la Bolsa de Cereales, se espera que la campaña de soja en Entre Ríos sea la peor de los últimos 23 años: alrededor de 446.000 hectáreas fueron sembradas con soja de primera durante la temporada agrícola 2022/23, pero a raíz de la fue calificada de esa manera.
La entidad advirtió que fue el año “más seco de los últimos sesenta” períodos, y el trienio 2020/21/22, se destaca como el más seco “jamás observado”. A su vez, en los los últimos días comenzó la cosecha de la oleaginosa, que se retrasó producto de la elevada humedad actual del grano.
Cabe resaltar que los registros pluviales en Entre Ríos se posicionan entre los diez más bajos de los últimos 60 años, con lluvias hasta seis veces menores a lo normal.
Frente a este panorama y por el hecho de que las temperaturas están por encima de los valores normales, provocó una casi nulidad de reservas hídricas y un marcado avance de la sequía en el suelo entrerriano. Esto se vio con un fuerte retraso de siembras, resiembras, y fuertes consecuencias sobre los cultivos.
