El mercado de la carne no encuentra rumbo desde que el coronavirus comenzó hacer estragos en el mundo pero sobretodo desde que en la Argentina se tomaron las medidas de aislamiento obligatorio.
Las compras en comedores y restaurantes, que representan aproximadamente el 20% de del consumo, se ven altamente resentidas producto de la cuarentena vigente. Ante esto, las compras en supermercados y carnicerías hasta el momento se mantienen y sostienen el mercado interno.
Sin embargo, los efectos del Covid-19 han devastado a Europa, mercado que representa un 15% de la facturación total. Paradójicamente, las esperanzas están puestas en el resurgimiento de las exportaciones a China, país donde el virus tuvo su origen. Según un informe del Mercado Ganadero, el Rosgan, “lentamente los negocios comienzan a moverse” aunque “la actividad aún es incipiente”.
“La mayoría de los puertos ya está retomando su nivel de actividad normal por lo que tarde o temprano, esa reactivación debería comenzar a reflejarse”, señala el informe.
Mientras tanto, es el mercado interno el que sostiene la actividad ganadera y hasta tanto los niveles de exportación se normalicen los efectos derivarán en una sobreoferta de carne y en el corto plazo podrían terminar impactando en los precios internos”.
Fuente: Télam.
