Luego de dos muestreos realizados el jueves en el Hipódromo Argentino de Palermo, se detectó una enfermedad en un caballo proveniente de la provincia de Entre Ríos y debió ser sacrificado. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) confirmó ayer el diagnóstico del equino, que presentaba un caso de anemia infecciosa (AIE).
El sector donde estuvo alojado el caballo se encuentra cerrado y se está realizando un saneamiento para evitar la dispersión de la enfermedad. Unos 100 caballos están siendo revisados y no podrán ser trasladados hasta que termine el control de sanidad. “Durante ese tiempo, los equinos podrán participar de las competencias en el Hipódromo de Palermo pero no podrán ser trasladados ni competir en otro lugar”, afirmó el Senasa.
En la zona del hecho se tomarán diferentes medidas de prevención y se fumigará cada 48 horas para descartar el virus y una posible dispersión. El organismo sanitario, sin embargo, aclaró que “la anemia infecciosa equina (AIE) no es una zoonosis, es decir, no existe la posibilidad de transmisión del virus a las personas. Se trata de una enfermedad que afecta a los équidos. Se transmite a través de la mordedura de algunos insectos, y de cualquier objeto punzante que contenga sangre de un caballo enfermo”.