El pasado viernes, el gobierno de Jair Bolsonaro tomó una medida que afecta inmediatamente a la República Argentina, principal socio del Mercosur. El Ministerio de Agricultura de Brasil decidió que las importaciones de harina salen del régimen de licencias automáticas, lo que significa que los molinos brasileños que quieran obtener mercaderí proveniente del exterior, deben contar con una previa aprobación del gobierno.
Argentina será presidida por Alberto Fernández dentro de 6 días, quien no comenzó formando buenos vínculos con el actual presidente de Brasil, y será el principal afectado con esta nueva normativa, ya que exporta unas 500.000 toneladas anuales de harina, lo que provocaría grandes pérdidas económicas. Diego Cifarelli, presidente de la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM) habló con LA NACIÓN y se refirió al respecto.
“Hace muchísimos años que no había una decisión de este tipo porque tenemos un buen entendimiento con la industria brasileña. La Cancillería y los ministerios de Producción y Agricultura están al tanto de la situación, confiamos en que puedan resolverla en la cumbre del Mercosur”, aseguró.
Fuente: Diario LA NACIÓN.
