El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Daniel Pelegrina, afirmó que el sector agropecuario pudo trabajar y sostener la actividad durante la emergencia sanitaria por la pandemia de coronavirus, y destacó que, por eso, hay “números importantes de producción”, especialmente de soja y maíz para la campaña actual.
“El campo pudo seguir en funcionamiento y no sólo para abastecer de alimentos a los argentinos, lo cual se hizo con normalidad y sin que falte nada, sino también en sostener la economía. Eso ha sido por la mirada que tuvo el Gobierno sobre el campo, en medio de la pandemia”, indicó Pelegrina a Télam.
Recordó que el sector agropecuario “aporta el 65% de las divisas que ingresan a la Argentina”, y reconoció que, por la decisión del Gobierno, “el campo pudo seguir cosechando y trabajando” en la emergencia sanitaria.
Aseguró que además “hay expectativa de tener un muy buen clima, para una muy buena siembra de trigo, con precios que permitan tener competitividad”.
De todos modos, Pelegrina señaló que “la principal preocupación es el nivel de carga tributaria”, porque -advirtió- “provoca la pérdida de la competitividad, que es esencial”.
“Las primeras medidas del Gobierno generaron nuevos aumentos de impuestos”, remarcó el ruralista, en alusión al aumento de las retenciones a las exportaciones de agro definidas en diciembre último.
“el campo pudo seguir trabajando y sosteniendo su actividad”
De todos modos, reiteró que “el campo pudo seguir trabajando y sosteniendo su actividad”, aunque no desestimó que haya “pérdidas, que vendrán por los impactos financieros que sufran las empresas, en el marco de la crisis de la economía general”.
“La producción del campo hoy es importante. No va a estar en los niveles del año pasado, pero son números importantes de producción, como casi 49 millones de toneladas de soja y 50 millones de toneladas de maíz”, precisó el titular de la SRA.
A su criterio “es una buena cosecha”, aunque señaló que, en el caso de otras producciones, como “carne, lácteos y algunas economías regionales, se empiezan a resentir como consecuencia de la baja en el consumo interno”.
Con todo, insistió en que “es preciso que se baje la presión tributaria”, y afirmó que “los derechos de exportación son un impuesto distorsivo y discriminatorio para el resto de la economía”.
Aseguró que se trata de “un impuesto injustificado e increíble”, y sostuvo que “el país necesita generar competitividad para exportar más”.
En este marco, propuso eliminar las retenciones a cambio de aplicar “un impuesto como Ganancias, que permita al productor ganar y pagar en base a esa rentabilidad”.
Fuente: Télam.
