El presidente Alberto Fernández prorrogó el martes, por medio del Decreto 456/2021, la actual Ley de Biocombustibles hasta el 27 de agosto, o hasta que entre en vigencia el nuevo marco regulatorio, que ya obtuvo media sanción en Diputados y se espera la inminente aprobación del Senado.
Pero esta situación tiene disconforme a gran parte de los actores del sector, ya que el proyecto oficial reduce del 10% al 5% el corte obligatorio de biodiesel en gasoil, pudiendo llegar incluso a un 3%. En tanto para el bioetanol, en el caso del maíz se mantiene una mezcla del 6%, pero deja la puerta abierta para que el Ejecutivo pueda disminuirla al 3%, a diferencia de la caña de azúcar, que debe respetarse el 6%.
Durante una nota con Tranquera, el titular de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), Luis Zubizarreta, expresó que la prórroga le parece correcta, pero lamentó la “inminente sanción” de la iniciativa kirchnerista en la Cámara alta.
En ese sentido, cuestionó que la normativa le dejaría “mucha discrecionalidad” a la Secretaria de Energía en diferentes aspectos. “Primero, en modificar los cortes para un lado o el otro. Segundo, en definir quienes venden y a qué precio. Eso no sucede en ningún lugar del mundo en el mercado de biocombustibles. Es algo muy problemático e inconveniente”, describió.
“Me parece una lástima que la ley no haya podido ser debatida con los sectores involucrados en la cadena. Lamento que avance esta norma, que nosotros consideramos que no es conveniente para Argentina”, agregó.
En ese sentido, señaló que en Diputados “hubo un par de reuniones donde opinamos dentro del ámbito de la Comisión de Energía. Ahí pudimos plantear nuestra posición. Aunque la redacción de la ley fue realizada sin ningún tipo de participación de los principales jugadores”.
Asimismo, recordó que los eslabones fundamentales de la cadena habían trabajado en consenso durante dos años, en el ámbito de la Liga Bioenergética de Provincias, un proyecto que fue presentado durante el 2020 por el diputado nacional Carlos Gutiérrez de Córdoba Federal, que ni siquiera fue debatido. “En cambio, apareció este proyecto alternativo del oficialismo y es el que en definitiva se aprobó en Diputados. Planteamos todas nuestras objeciones, pero no tuvimos mucho eco”.
Por otro lado, añadió que es “una mala ley” porque va a contramano del resto del mundo, que se encuentra enfocado en la promoción de la economía verde. “Incluso, recientemente hubo noticias sobre algunos créditos financieros, con beneficios para países con una buena performance ambiental. Mientras eso sucede, la Argentina está yendo para atrás en los pasos que había dado en esa dirección”.
Además, alertó que podrían generarse pérdidas de puestos de trabajo. “Nosotros somos la cámara que representamos a las empresas con mayor escala. Pero, sobre todo en el ámbito de las pymes, que son las que están abasteciendo al mercado, puede llegar a haber algún cierre”, detalló.
Al respecto, afirmó que las plantas pertenecientes a CARBIO están “más orientadas a la exportación” y resaltó: “Nosotros, justamente, opinamos que podía darse una oportunidad para generar un mercado doméstico más competitivo, preservando a las pymes, pero también dando lugar a que haya una menor discrecionalidad de la que actualmente tiene la Secretaría de Energía, y armar algo distinto”.
Si bien Zubizarreta dijo que “no sabe” lo que motiva al oficialismo a impulsar estas medidas, opinó que tal vez sea “por falta de análisis del tema”. Zubizarreta respondió que no le consta que Máximo Kirchner sea el ideólogo de esta iniciativa, pero aseveró que le llama mucho la atención que el diputado del Frente de Todos, Marcos Cleri, sea el principal promotor de la nueva norma, ya que pertenece a Santa Fe, donde los biocombustibles tienen mucha relevancia.“Es llamativo que presente una ley que va en contra de una industria que es muy importante en esa provincia”.
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