martes, abril 30, 2024
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El campo, el lugar elegido por los jóvenes para las reuniones clandestinas

Las duras restricciones que se implementan en las ciudades, encuentran su vía de escape en las lejanías a los pueblos.

Las restricciones impuestas desde el comienzo de la cuarentena, más estrictas en su comienzo, suavizadas luego y reforzadas en los últimos días, han impuesto en la juventud la necesidad de buscar una alternativa.

Sin ánimos de justificar comportamientos irresponsables desde el punto de vista sanitario, lo cierto es que la necesidad de reunirse no sólo es inherente a los jóvenes, sino que atraviesa a toda la comunidad, que en mayor o menor medida, ha quebrantado las normativas al ritmo de un relajamiento general que llegó hasta los dirigentes políticos.

En ese marco, la juventud, sin dudas, ha sido la más rebelde. Las noticias sobre reuniones clandestinas han sido más que elocuentes para visualizar el incumplimiento de las medidas que impiden las reuniones sociales. Lo curioso es el escenario que se ha buscado, lejos de los controles de las ciudades, y sobre todo en los pueblos del interior: el campo.

Así hemos visto como en el mes de marzo, en la localidad rosarina de Ibarlucea, la policía desbarató una fiesta clandestina en un campo de maíz. El Diario Clarín contó que a ella asistieron unas 1000 personas, y hasta hubo un show a cargo de trapero L-Gante.

En menor escala, el 21 de diciembre pasado, La Voz de Bragado informó de otra reunión prohibida en un campo ubicado en un predio ubicado en el callejón de la Ruta Provincial 46 y el acceso a la localidad de La Limpia. En esa ocasión, un llamado del 911 alertó a la policía local que pudo constatar una numerosa cantidad de autos que se encontraban estacionados en el lugar.

En Neuquén, se conoció la noticia de que la policía de Río Negro tuvo que desbaratar una celebración de cumpleaños con al menos 400 personas, en una zona rural cerca de Bariloche.

lavoz

En Pehuajó, meses atrás, se divulgó a través de redes sociales la realización de una fiesta clandestina en un campo de Francisco Madero. El Diario Noticias contó en su momento que la policía no pudo dar con la reunión sino que “las pruebas están en las redes sociales”.

Este breve y escaso repaso no sirve más que para reflejar un comportamiento que se viene repitiendo en el último tiempo. Las duras restricciones que se implementan en las ciudades, encuentran su vía de escape en las lejanías a los pueblos.

Nada más alejado y resguardado de los controles como el campo. Entre los jóvenes, parece ser visto como el lugar ideal.

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