Otro desastre catastrófico en el sector agropecuario. De esos que duelen al enterarse de la noticia y que devastan a las propias víctimas. Un incendio voraz arrasó con 3.000 hectáreas de plantaciones de pinos de más de 30 años en Corrientes, la provincia que está siendo afectada severamente por el fuego.
Se trata de un emprendimiento familiar forestal, llamado Santa Rosa, en el paraje correntino de Galarza, al oeste de la Reserva Natural del Iberá, sobre la ruta provincial 41.
La productora forestal Carina Lanaro, de 50 años, resumió gran parte de su dolor en tres palabras: “No quedó nada”. El emprendimiento lo lleva adelante con su esposo Lenadro Rodríguez y estiman que las pérdidas rondan en los 30 millones de dólares, según dio a conocer el medio La Nación.
El incendio no arrasó solo con esta plantanción, sino que se quemaron otras forestaciones y campos vecinos, como así también parte del poblado de Galarza.
“Se terminó todo. Acá nos estamos quedando sin nada, sin tierra, sin árboles, sin animales y sin casas y sin producción. Con nosotros trabajaban 60 personas que se quedaron sin su sustento”, le comentaron al medio.
En menos de 12 horas el fuego arrasó con todo y no dejó absolutamente nada. La situación en Corrientes y en varias partes del país sigue siendo crítica por lo incendios.
“Nosotros seguro que nos vamos a arreglar, pero cómo podés quedarte tranquila si a más de 60 familias no les quedó nada y no tiene posibilidades de salir adelante. Son parajes olvidados por los gobiernos. Me duele la indiferencia de los gobernantes que no escuchan y que no les importa la gente que da trabajo”, concluyó.
