Luego de que el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, firmara la resolución 276/2021 que establece nuevos controles para las exportaciones de maíz y trigo, una catarata de críticas llegó desde el mundo agropecuario.
En efecto, a través de dicha resolución se crea un sistema de “volúmenes de equilibrio” en los que habrá una cierta cantidad explicitada para enviar al exterior y no se podrá superar ese número.
En ese marco, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) emitió un comunicado en el que expresó que la oficialización de la normativa “es solo el principio del comienzo de la misma historia ocurrida a partir de 2007”.
En el mismo sentido, las 4 Cadenas de Cultivo con la firma de las entidades que al componen (Maizar, Argentrigo, Acsoja y Asagir) manifestaron su disconformidad y aseguraron que es “una historia que se repite”.
“En anteriores oportunidades las intervenciones no han servido para bajar los precios y la consecuencia ha sido el desaliento del productor, que responde disminuyendo el área de siembra y la tecnología aplicada”, agregaron.
“Este tipo de medidas erosiona la confianza entre los eslabones de la cadena y conduce a que se retraigan las inversiones”, siguieron. Y cerraron: “Tenemos que pensar a largo plazo. Para ello se necesitan reglas claras y terminar con falsas antinomias entre abastecer el mercado interna o exportar. Sabemos que nos sobran recursos para hacer las dos cosas a al vez”.